Prueba nuestro Café de Especialidad “Prensa Francesa”
ATENCIÓN / MAR - DOM / 4 - 10:00 pm.
El surgir de la Prensa Francesa
Una Experiencia Atemporal
El diseño inicial de la prensa francesa se remonta a 1852, cuando los franceses Mayer y Delforge obtuvieron la primera patente, aunque su diseño no lograba sellar la jarra por completo, por lo que no coincide con la versión icónica que conocemos en la actualidad.
Posteriormente, en 1929, los italianos Attilio Calimani y Giulio Moneta presentaron una patente que se asemejaba más al diseño moderno de la prensa francesa, sentando las bases de su configuración actual.
El origen exacto de este método resulta complejo de definir; no obstante, la prensa francesa se erige como uno de los métodos más simples y efectivos para preparar café,
con el potencial de ofrecer una taza excepcional cuando se domina su técnica a la perfección.
Conocida también como cafetière, la prensa francesa representa una elección clásica para la preparación del café. Al tratarse de un método de inmersión, abre las puertas a la posibilidad de disfrutar de un café de calidad superior desde la comodidad del hogar.
Esta técnica revela un sabor intenso con cuerpo robusto, lo que la convierte en la elección idónea para aquellos que prefieren cafés con tostados de medio a oscuro, con matices que evocan el chocolate o las nueces.
La clave reside en la molienda gruesa del café, similar al tamaño de la sal gruesa, para lograr resultados óptimos.
Una proporción recomendada para comenzar consiste en emplear 35 g o 1,2 oz de café por cada 475 ml o 16,7 fl oz de agua, cantidad idónea para obtener dos tazas de café.
Esta receta puede ser ajustada según las preferencias individuales: si el café resulta demasiado intenso, se puede reducir la cantidad de café o incrementar el volumen de agua.
Por otro lado, si el café parece ligero, se puede aumentar la dosis de café o disminuir la cantidad de agua. Además, para corregir sabores desagradables, como la acidez o el amargor, se puede ajustar la molienda del café en función de las sensaciones en boca.
El proceso comienza calentando la prensa francesa con un poco de agua hirviendo para mantener el café caliente durante la preparación.
Posteriormente, se descarta esta agua y se vierte el café molido en la prensa francesa, seguido por el agua recién hervida.
Tras colocar la tapa, se inicia un temporizador durante cuatro minutos. Una vez transcurrido este tiempo, se remueve el café con una cuchara de madera, se procede a presionar lentamente el émbolo y, finalmente, se sirve el café en tazas o se vierte en un decantador para disfrutar de una exquisita experiencia sensorial.